martes, 2 de octubre de 2018

Verdadera Historia El Cartel de los Sapos

Guía para entender El Cartel de los Sapos



Pareciera que el ex narcotraficante y autor del libro Andrés López, ‘Florecita’ en el que se inspiró la serie, hubiera puesto como condición que el actor Manolo Cardona fuera quien lo interpretara. Son casi idénticos 


Mientras los colombianos están familiarizados con casi todos los personajes del cartel de Medellín, muy pocos identifican a los del cartel del norte del Valle. 
La nueva serie televisada del Canal Caracol inspirada en el libro del ex narcotraficante Andrés López, El cartel de los sapos, trae sorprendentes revelaciones sobre esos personajes de la mafia que no sólo fueron muy poderosos en su momento, sino protagonistas de las historias más sórdidas del narcotráfico. 



A su lado, la historia de los hermanos Rodríguez Orejuela es casi marginal. El valor de la serie es que aunque no está basada por completo en el libro de López por considerar que no hay que avalar necesariamente su versión de los hechos, sí constituye una historia real disfrazada de telenovela. Aunque esos días de poder y gloria que por ahora se ven en la serie ya no existen, porque casi todos sus protagonistas terminaron asesinados, traicionados o extraditados, es un buen ejercicio para revivir la historia reciente del país. 

SEMANA reconstruyó, con ayuda del autor del libro, las siguientes reseñas de sus principales personajes. A diferencia de lo que cree Caracol, López defiende su trabajo y sostiene que los nombres jamás se debieron cambiar. 
En la vida real: Andrés López, alias 'Florecita' 
En la serie: Martín González, alias 'Fresita' 
Nombre del actor: Manolo Cardona. 

Hoy: libre después de purgar una condena y someterse a la justicia norteamericana. Es el autor del libro El Cartel de los Sapos, que inspiró la serie de televisión. 

Vida real: Hélmer 'Pacho' Herrera 
En la serie: Hugo de la Cruz. 
Nombre del actor: Pedro Mogollón 
Hoy: asesinado. 

Según Andrés López, autor del libro, 'Pacho' Herrera fue, más que los hermanos Rodríguez Orejuela, el verdadero promotor de la guerra entre los carteles de Cali y de Medellín. Todo comenzó cuando un empleado de Pablo Escobar se le quejó porque uno de 'Pacho' Herrera le estaba robando su mujer. Escobar, en solidaridad, les pidió a los hermanos Rodríguez que le entregaran a Herrera. Ellos le informan al capo las intenciones del jefe del cartel de Medellín y, según el autor del libro, Herrera respondió: "Muy bien, señores, vamos a hacerle saber nuestra respuesta". Y la respuesta fue que el 13 de enero de 1988 a las 2 de la mañana, una bomba explotó en el edifico Mónaco en Medellín donde Escobar vivía con su familia. La explosión le causó serias lesiones auditivas a Manuela, la hija menor de Escobar. A partir de ahí quedó casada la guerra, y lo que vino en adelante fue duro. En Candelaria, Valle, Escobar supo que en una finca Herrera había organizado un partido de fútbol en el que iba a jugar. Los sicarios del cartel de Medellín llegaron disparando a diestra y siniestra contra los jugadores. Mataron a 13. Unos segundos antes, la fatiga había llevado a Herrera a descansar en las graderías. Esto, y la pronta protección de la Policía, que lo sacó encapuchado del lugar, le salvó la vida. 
En represalia, Herrera envió a la cárcel de La Catedral un helicóptero equipado con una bomba para atentar contra Escobar. Por una casualidad atribuida al mal tiempo, el helicóptero, que alcanzó a sobrevolar la cárcel durante cerca de tres minutos, terminó estrellándose. Según Andrés López, 'Pacho' era "peleón, cojonudo, muy violento y se convirtió en uno de los hombres más ricos de la mafia". Su fortuna superó la de los Rodríguez Orejuela. 
Muerto Escobar, se organizó una cumbre en la que los Rodríguez les pidieron a los demás narcos del Valle el desmonte del negocio porque, según ellos, la Fiscalía de la época les había ofrecido una negociación consistente en purgar sólo cinco años de pena, casa por cárcel y amnistía. Los que se negaron a aceptar esta oferta son los nuevos y poderosos narcotraficantes que conformaban el cartel del norte del Valle, liderado ya por su jefe máximo, Orlando Henao. 
Mientras tanto, los Rodríguez fueron capturados. Y ante la presión de las autoridades y el resto de narcos que querían acabar con él, 'Pacho' Herrera decidió entregarse a la justicia mediante su abogado, Gustavo Salazar Pineda. Herrera, recluido en la cárcel de Palmira, Valle, continuó con el negocio y estructurando su ala sicarial. Ordenó atentar contra Wílber Varela, el jefe de sicarios de Orlando Henao. 'Jabón' salió herido, pero sus hombres detuvieron a dos de los sicarios quienes, luego de una intensa sesión de torturas, confesaron que el hombre que había ordenado atentar contra él era 'Pacho' Herrera. 


En la vida real: Orlando Henao. 
En la serie: Óscar Cadena. 
Nombre del actor: Fernando Solórzano 


Hoy: asesinado? Si hubo alguien a quien la mafia temía, era a Orlando Henao. Sagaz, violento, agresivo, vengativo, sus hombres lo adoraban y le profesaban un profundo respeto. 
Fue el temiblemente conocido como el 'Hombre del overol', el único a quien los Rodríguez Orejuela temían más que a Pablo Escobar. Cuando la grabación de una charla de los Rodríguez con dicho apodo se filtró, Henao los visitó en la cárcel y les dijo que si no limpiaban su nombre, los mandaba matar. Entonces los Rodríguez, para complacerlo, resolvieron identificar como el 'Hombre del overol' a un narco de tercera categoría que se llama Orlando Sánchez Cristancho, uno de sus empleados, que después terminaría entregándose a la justicia norteamericana. Hoy vive en Kendall, Florida, y es propietario de una caballeriza. 
Orlando era el principal del llamado clan de los Henao, compuesto, además, por Arcángel (alias el 'Mocho', en alusión a una malformación de su brazo izquierdo), Lorena y Fernando. Lorena era la esposa de Iván Urdinola, socio a su vez de su cuñado Orlando. Un día, Urdinola fue capturado por las autoridades, y los Rodríguez Orejuela se encargaron de informar al gobierno sobre sus actividades. Urdinola y Orlando les declararon la guerra y como muestra de su capacidad destructora, mandaron un grupo de sicarios para atentar contra gente de los Rodríguez Orejuela. Los hombres entraron disparando al restaurante Rodizzio Río de Enero, en Cali, en donde estaban reunidos el cuñado de Miguel Rodríguez, Óscar Echeverri, hermano de Marta Lucía Echeverri; Nicol Antonio Parra, escolta de William Rodríguez Abadía, hijo de Miguel. En el atentado murieron Echeverri, Parra y dos escoltas más y resultó gravemente herido William. Los Rodríguez le echaron la culpa al 'Hombre del overol', éste montó en cólera y le pidió a Urdinola que hicieran un acuerdo con los Rodríguez. La paz se rompió cuando 'Pacho' Herrera ordenó un atentado contra Varela en la carretera que comunica el aeropuerto de Palmira con Cali. El mismo atentado en el que Varela salió herido y logró sobrevivir. 
Orlando Henao le dio vía libre a Varela para acabar con Herrera y fue asesinado en prisión mientras jugaba fútbol. Henao sintió una vez más que era el más poderoso. Preso en la cárcel La Modelo de Bogotá, se hizo cargo de José Manuel Herrera, hermano de 'Pacho', un inválido que se movilizaba en silla de ruedas y que era su compañero de prisión. Pero el inválido, que no era bruto, logró ingresar a la cárcel y camuflar en su silla de ruedas el arma con la que, a la semana siguiente, borracho, asesinó al máximo jefe del cartel del norte del Valle. 


En la vida real: Luis Alfonso Ocampo Fómeque, alias 'Tocayo'. 
En la serie: Álvaro José Pérez, alias 'Guadaña'. 
Nombre del actor: Julián Arango 
Hoy: asesinado. 

'Tocayo' estaba al servicio de los Rodríguez Orejuela. Manejaba, junto con su hermano medio Víctor Patiño, el narcotráfico en Buenaventura y despachaba los barcos con droga hacia México. Pero cuando se rompieron los carteles, 'Tocayo' se fue con los partidarios de no acabar con el negocio de la droga. Se volvió la mano derecha de Varela. Cuando capturaron a su hermano Víctor en el año 2000, para ayudarle, comenzó a colaborar con la DEA. Los del norte del Valle se dieron cuenta y entre 'Chupeta', 'Rasguño' y Varela decidieron eliminarlo. 


En la vida real: Víctor Patiño Fómeque . 
En la serie: Fermín Urrego, alias el 'Tigre' 
Nombre del actor: Waldo Urrego 

Hoy: detenido en una cárcel en Washington a la espera de su sentencia. 
En el año 95, Orlando Henao tenía intenciones de entregarse con la promesa de una pena de cinco años. Les ordenó a otros miembros del cartel del norte que hicieran lo propio. Así lo hicieron Henry Loaiza, el 'Alacrán'; Nelson Urrego; Juan Carlos Ramírez Abadía, 'Chupeta'; Juan Carlos Ortiz, 'Cuchilla', y Víctor Patiño, quien había quedado libre en 2000. Para entregarse, Patiño contactó al entonces coronel de la Policía Danilo González, subalterno del general Rosso José Serrano. Ellos le pidieron que, como muestra de buena voluntad, entregara un cargamento de droga que le preparó para su envío a Estados Unidos el propio coronel González. Patiño lo envió y con esa misma prueba lo detuvieron en Colombia y lo extraditaron. Le contó a su hermano 'Tocayo' que ese 'hp' de González lo traicionó. 'Tocayo' dio información de los demás a la DEA para ayudar a su hermano. En La Picota, Patiño infiltró a Hugo Antonio Toro, alias 'Bochica', quien le confesó que tenía secuestrado al hermano del entonces presidente César Gaviria. Gracias a esa información se logró su liberación. 
Hoy Patiño lleva siete años preso en una cárcel norteamericana. Aspira a que le rebajen la pena por lo menos a 15 años. 


En la vida real: Coronel de la Policía Danilo González. 
Nombre en la serie: Comandante Ramiro Gutiérrez. 
Nombre del actor: Alberto Palacio. 
Hoy: asesinado. 

Después de ser uno de los más brillantes oficiales de la Policía, y condecorado por todas las agencias norteamericanas por su aporte a la persecución de Pablo Escobar, este oficial terminó siendo uno de los hombres más poderosos y temidos del cartel del norte del Valle. Fue asesinado años más tarde por Pedro Pineda, alias 'Pispi' y por Gildardo Rodríguez, el 'Señor de la camisa', al servicio de Diego Montoya. 


En la vida real: Juan Carlos Ramírez Abadía, alias 'Chupeta'. 
Nombre en la serie: John Mario Martínez, alias 'Pirulito'. 
Nombre del actor: Juan Pablo Raba. 
Hoy: preso en Brasil.
 
Cuando se armó la disidencia contra el cartel de Cali, 'Chupeta' se fue a trabajar con Orlando Henao. Se entregó a la justicia en 1996, pero salió libre en 2000. Por cuenta de las acusaciones de narcotráfico del gobierno norteamericano terminó enfrentado con Varela, quien lo amenazó de muerte, por lo que se radicó en Brasil. Es quizás uno de los hombres más inteligentes que ha tenido la mafia en Colombia. Dueño de las millonarias caletas de dólares halladas en Cali. Es incalculable su extraordinaria fortuna. 


En la vida real: Wílber Alirio Varela, alias 'Jabón'. 
Nombre en la serie: Milton Jiménez, alias el 'Cabo'. 
Nombre del actor: Robinson Díaz. 
Hoy: asesinado. 


Al igual que los hermanos Henao y Patiño Fómeque, Varela era un ex policía metido en el narcotráfico. OrlandoHenao lo contrató como jefe de sicarios y después de su muerte terminó siendo su sucesor. Fue uno de los más criminales miembros del cartel del norte del Valle. Les declaró la guerra a todos y les ganó a todos. Libró la última batalla contra Diego Montoya. Fracasó en su intento de ingresar al Programa de protección de testigos de Estados Unidos, pues previamente Orlando Sánchez Cistancho les había contado a los gringos quién era realmente el tenebroso personaje. Como había viajado con inmunidad, le dieron 24 horas para que regresara a Colombia en donde acabó con el clan de los Herrera, se enfrentó con 'Rasguño' (hoy preso en Estados Unidos y en espera de una condena de aproximadamente 30 años) y lo obligó a desterrarse, mientras se dedicaba a hacerle la vida imposible a Diego Montoya. Varela se fue vivir a Venezuela en donde, según el autor del libro, se alió con un sector de la guardia venezolana conocido como el 'Cartel de los soles'. Terminó asesinado, traicionado por sus subalternos. 


En la vida real: Efraín Hernández, alias 'Don Efra'. 
Nombre en la serie: Humberto Paredes, alias 'Humber'. 
Nombre del actor: Juan Ángel. 

También se inició como policía. En el narcotráfico arrancó al servicio de Orlando Henao, y terminaron convertidos en dos de los más grandes jefes del cartel del norte del Valle. Se radicó en Bogotá e instaló su emporio en la Hacienda Santa Bárbara. Interesado en un acercamiento con la justicia norteamericana, envió a ese país a uno de sus empleados, Julio Correa, alias 'Julio Fierro', entonces esposo de la modelo Natalia París. 'Don Efra' se hizo famoso porque se casó con la ex reina de belleza Sandra Murcia vestido con una llamativa bufanda blanca que el entonces embajador Myles Frechette puso en ridículo como símbolo del narcotráfico. Orlando Henao se enteró de la maniobra con los gringos y ordenó matarlo. El asesinato se cometió en su oficina del centro comercial en Bogotá. 


En la vida real: Julio Correa, alias 'Julio Fierro'. 
Nombre en la serie: Pedro Tejada, alias 'Revólver'. 
Nombre del actor: Jimmy Vásquez. 
Hoy: asesinado. 

Fue más famoso por ser el esposo de Natalia París que por sus actividades en el narcotráfico al servicio de 'Don Efra'. Les propuso a los fugitivos de la Operación Milenio colaborar con la justicia norteamericana con la intermediación del fotógrafo Baruch Vega. Desde el 97 estaba colaborando con el FBI y les hacía inteligencia a Diego Montoya y a Iván Urdinola. Los celos por la modelo lo obligaron a regresar a Colombia, donde lo estaban esperando 'Don Diego', 'Gordolindo', Ramiro Vanoy y 'Don Berna', quienes lo secuestraron, lo torturaron, se lo entregaron a Montoya, y éste lo desapareció. 


En la vida real: Iván Urdinola Grajales. 
Nombre en la serie: Julio Trujillo. 
Nombre del actor: Fernando Arévalo. 
Hoy: asesinado.
 
Socio y cuñado de Orlando Henao, casado con Lorena Henao. Su mujer, sus hijos y sus hermanos eran su gran obsesión. También era policía antes de dedicarse al narcotráfico. Murió envenenado en la cárcel de Itagüí en 2003. 


En la vida real: Arcángel Henao, alias el 'Mocho'. 
Nombre en la serie: Conrado Cadena. 
Nombre del actor: Álvaro Rodríguez 
Hoy: condenado en Estados Unidos a 30 años. 

Es como el hermano 'bobo' de Orlando Henao. Lo llaman el 'Mocho' por una malformación de su brazo izquierdo. Entró al narcotráfico empujado por su hermano mayor. Se la pasaba en fiestas, o paseando.Amenazado por Varela y Diego Montoya, se refugió en Panamá con su hermana Lorena. Allá se encontró con Nelson Urrego, que ya colaboraba con la DEA, quien los 'sapeó'. Hoy está preso, esperando una sentencia de entre 30 y 40 años. Lorena salió hace un mes de la cárcel del Buen Pastor de Bogotá. 


En la vida real: Fernando Henao. 
Nombre en la serie: Pepe Cadena. 
Nombre del actor: Diego Cadavid. 
Hoy: condenado a 22 años de cárcel en Nueva York.
 
El menor del clan Henao. Su ídolo era su hermano mayor Orlando. Se fue a vivir a Estados Unidos tratando de alejarse del tráfico de drogas, pero terminó otra vez metido. Se entregó a la DEA, pero simultáneamente seguía traficando. Cuando el FBI descubrió que era doble informante, lo capturó en 2001 y fue condenado a 22 años de cárcel. Saldrá en 2019. 


En la vida real: Jorge Eliécer Asprilla Perea, alias el 'Negro Asprilla'. 
Nombre en la serie: Apolinar Santilla, alias, el 'Negro Santilla'. 
Nombre del actor: Elkin Córdoba. 
Hoy: condenado en Estados Unidos a 30 años de cárcel. 

De todos, fue el mejor amigo de Andrés López, el autor del libro. Nació en Buenaventura y se consagró como uno de los mejores transportistas de drogas. Diseñó las mejores rutas sobre el océano Pacífico y fue pionero del envío de droga a costas extranjeras en submarinos. Forjó grandes vínculos con las Farc, que lo proveían de droga y le daban protección. Se volvió super amigo del 'Mono Jojoy' en el año 92. Fue detenido en la cárcel de Vistahermosa de Cali, de donde salía y entraba a sus anchas dejando siempre un suplente. Por eso lo trasladaron a La Picota. Era la época de los diálogos en el Caguán, y su amigo 'Jojoy' le propuso sacarlo de la cárcel y protegerlo en la zona de distensión. Para ello planeó una de tres vías: o canjearlo por los tres norteamericanos, o, según el autor del libro, utilizar los buenos oficios de Piedad Córdoba, o escaparse por un túnel. Cuando ya lo tenía listo, le dio remordimiento dejar atrás a los hermanos Rodríguez Orejuela y les propuso que se volaran con él. Ellos dijeron que no, lo delataron a las autoridades la víspera de su fuga a cambio de ser trasladados a la cárcel de Palmira. Asprilla fue extraditado y condenado a 30 años de cárcel. Está en la misma cárcel de Brooklyn donde fueron recluidos 'Don Berna' y 'Rasguño'. 


En la vida real: Diego Montoya, alias 'Don Diego'. 
Nombre en la serie: Mario Lopera o 'Don Mario' 
Nombre del actor: Santiago Moure 
Hoy: detenido en la cárcel de Cómbita y en vísperas de ser extraditado 

Jefe de laboratorios del cartel del norte del Valle, construyó su propio aeropuerto disfrazado de autódromo, en Zarzal, Valle. Cada noche enviaba entre 10 y 15 vuelos a las Bahamas. Para él, el narcotráfico era un simple negocio, pero no era partidario ni de la guerra ni de las confrontaciones sangrientas. Cuando mataron a Urdinola, Varela quiso quedarse con las propiedades de todos. Él le pidió no hacer eso "tan feo" y terminaron de enemigos. Varela sentenció a Montoya a muerte. La información para su captura la dio un informante desde Estados Unidos quien solicitó expresamente que el operativo no se hiciera con la Policía sino con el Ejército, algunos de cuyos miembros lo protegieron. Estuvo varios meses preso en un barco en alta mar. 


En la vida real: Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño'. 
Nombre en la serie: Gonzalo Tovar, alias 'Buñuelo'. 
Nombre del actor: Juan Carlos Arango. 
Hoy: extraditado a Estados Unidos. Espera su condena. 

Aunque ofreció su ayuda para desmovilizar el cartel del norte del Valle, y alcanzó a tener varias conversaciones con la Fiscalía, se convirtió en enemigo de Diego Montoya, quien le dio 24 horas para irse del país. Se refugió en Brasil, en Venezuela y en Cuba, donde lo capturaron. Lo expulsaron a Colombia y hace tres meses fue extraditado. Hoy está cooperando con las autoridades y es pieza fundamental de las acusaciones contra los paramilitares. Se calcula que lo podrían condenar a 30 años. 


En la vida real: Lorena Henao. 
Nombre en la serie: Amparo Cadena. 
Nombre de la actriz: Sandra Reyes. 
Hoy: está libre después de haber cumplido su condena. 

Mientras su esposo Iván Urdinola estuvo vivo, no permitió que nadie la tocara. Una vez muerto, se convirtió en la amante de Varela. La mafia sigue pensando que ella tuvo que ver con el envenenamiento de su esposo en la cárcel, pero eso nunca se le pudo comprobar. Estuvo condenada por enriquecimiento ilícito. Terminó con una enfermedad en la columna vertebral que la redujo a una silla de ruedas. Llegó a ser una de las mujeres más poderosas y ricas de la mafia. Es la única mujer del clan Henao. 

La historia de la verdadera Reina del Sur

Publicado el 15 Jun, 2018 - 00:56:06 - Ultima actualización: 15 Jun, 2018 - 01:59:25

Teresa Mendoza es uno de los personajes más llamativos de la pantalla chica, que nos la presenta como una humilde muchacha mexicana que se abre paso en el mundo del narcotráfico hasta convertirse en una de las principales traficantes de droga, apodada “La Reina del Sur”. Pero, ¿quién es la verdadera Reina del Sur que sirvió de inspiración al autor de esta novela?


Al autor de la novela “La Reina del Sur”, Arturo Pérez-Reverte, le gusta clamar a viva voz que su personaje Teresa Mendoza no muestra la historia de una sola mujer, sino de varias reinas de los cárteles de la droga a través del mundo. Sin embargo, el apodo dado a su personaje, «la Reina del Sur», dice mucho sobre la mujer que acaparaba sus pensamientos mientras escribía su obra.

Sandra Avila, la Reina del Sur de la vida real
"Yo no pedí ser narcotraficante, pero lo traigo en la sangre". Esta es la violenta historia de la Reina del Sur, la mujer más pesada en el mundo del narco.



¿Quién es la verdadera Reina del Sur?

La verdadera Reina del Sur se llama Sandra Avila Beltrán, y nació el 11 de octubre de 1960 en el estado de Baja California, México. La apodaban “la Reina del Pacífico”, “la Reina del Mar” e incluso “la Reina del Sur”. ¿Por qué la Reina del Sur? Porque durante mucho tiempo fue una de las líderes de uno de los cárteles de drogas mexicanos más prolífico y activo.
Desde su infancia, Sandra crece en un mundo en el que la droga, el dinero y el crimen son parte del menú cotidiano. Su tío Rafael Caro Quintero es uno de los padrinos de una de las organizaciones criminales mexicanas más notoria que se especializa en el tráfico de drogas. Hija de Maria Luisa Beltran Felix, quien era prima de Miguel Angel Felix Gallardo, el "Jefe de Jefes". Ambas familias estuvieron implicadas en la venta de heroína desde los años 1970s, antes de variar sus “productos” y traficar cocaína, formando el primer cártel mexicano llamado el "Cártel de Guadalajara".
Su sueño era convertirse en periodista. Estudió ciencias de la comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara, pero le fue difícil mantenerse alejada del mundo del narcotráfico debido a sus familiares tan "pesados", por lo que solo estuvo en la facultad unos semestres, y terminó convirtiéndose en un enlace importante entre el Cártel de Medellín y el de Sinaloa.
Se le señala de haber sido amiga cercana y socia de grandes narcotraficantes como el Chapo Guzmán, Ismael Mayo Zambada, Amado Carrillo Fuentes, los hermanos Arellano Felix, y hasta el sanguinario Pablo Escobar, el patrón de la droga.
La Reina del Sur de la vida real
Sandra era una mujer exhuberante y coqueta, siempre con un porte soberbio y un liderazgo que la hizo llegar a donde ninguna otra mujer había llegado jamás en el mundo del narco. Desde muy chiquita se propuso ganarse el respeto en un ambiente en donde las mujeres solo eran vistas como trofeos sexuales. A través de asesinatos a sangre fría y crímenes brutales, le demostró a todo el mundo que nada la detendría para lograr sus objetivos.
Estuvo casada dos veces con el mismo tipo de hombres: antiguos policías que se convirtieron en traficantes de drogas. La primera vez fue a los 21 años, con Luis Fuentes Jiméenez, con quien tuvo un hijo. En 1994 se volvió a casar con otro oficial corrupto, Rodolfo "El Zurdo" López. Los dos fueron murieron de la misma manera, es decir, a manos de narcotraficantes. El primero fue acribillado a balazos por un sicario, mientras que el segundo murió apuñalado en el corazón en un cuarto de hotel de Hermosillo.
La tragedia estaba destinada a acompañar la vida de Sandra. En el año 2002, su hijo Luis Fuentes Avila fue secuestrado por un grupo de narcotraficantes. En su desesperación por recuperar a su hijo, la Reina de la droga pidió ayuda a la policía, pero sin éxito, por lo que llegó a un acuerdo con los secuestradores. Pagó los US $5 millones que exigían por su rescate, y afortunadamente el muchacho fue liberado sano y salvo.
Sin embargo, el secuestro dejó al descubierto más que el pago de un rescate millonario y el miedo a los cárteles rivales, ya que también la puso al descubierto ante el gobierno federal. Fue víctima de su propia desesperación de madre, ya que cometió uno de los mayores errores de su carrera delictiva: al llamar a la policía, las autoridades descubrieron que detrás de quien decía ser una pequeña empresaria, había toda una red dedicada a actividades criminales.
Incluso si las fuerzas del orden sospechaban desde hacía años de que Sandra participaba en las actividades ilegales, fue hasta el 2002 en que empezaron a acumular pruebas tangibles en su contra. Un barco en el que estaban escondidas más de nueve toneladas de cocaína parecía estar registrado, de cierta forma, a su nombre y al de su amante, Espinoza Ramirez. En 2004, el gobierno de Estados Unidos la acusó de distribuir toneladas de cocaína en dicho país.

Arresto de la verdadera Reina del Sur

Sin embargo, solo fue en septiembre de 2007 que Sandra y Espinoza fueron detenidos en la ciudad de México, acusados de lavado de dinero -varios millardos de dólares- como resultado de la venta de drogas provenientes de Colombia, las cuales lograron ingresar a Estados Unidos. Sandra admitió que sintió cierto alivio cuando la arrestaron, pues estaba cansada de huir constantemente y de llevar el estilo de vida de un fugitivo. Además, temía que los líderes de un cártel colombiano la asesinaran.
Captura de la Reina del Sur
La Reina del Sur se declaró culpable como cómplice de su exnovio, el poderoso y joven narcotraficante colombiano Juan Diego Espinoza "El Tigre", quien confesaría que juntos transportaban más de 40 toneladas de cocaína mensuales hacia los Estados Unidos, llegando a mover hasta US $30 millones por semana.
"No fue nada fácil y muchas veces me caí y estuve a punto de rendirme, pero me levantaba, y ¡Ah!, cómo disfruté cuando lo logré", dijo Avila en una entrevista.
Durante años vivió tras las rejas en el Centro Federal de Readaptación Social No. 4 "Noroeste", pero con el estilo de una reina, ya que mientras otros presos tenían visitas en una sala común, los invitados de Sandra Avila Beltrán fueron acompañados a su celda, donde sus 3 sirvientas servían comida, alcohol y cigarrillos.
Su popularidad es tanta que incluso existen varios narcocorridos y series de televisión que relatan su dinastía criminal bajo el nombre de Teresa Mendoza. En el 2002 se publicó la novela basada en su vida "La Reina del Sur" del autor español Arturo Pérez-Reverte, obra que sirvió de base para la telenovela de Telemundo del mismo nombre, estrenada en el año 2011, y protagonizada por la famosa actriz mexicana Kate del Castillo, quien para poder interpretar de la manera más fiel la personalidad y la sangrienta carrera delictiva de Sandra Avila, estuvo en contacto frecuente con la poderosa narcotraficante.
En agosto del 2012, Sandra fue transferida a una prisión en Florida, Estados Unidos, para hacer frente a otras acusaciones del mismo tipo. Tras aproximadamente un año, fue devuelta a México para enfrentar otras acusaciones.
La verdadera Reina del Sur sale libre
Tras ocho años en prisión, Sandra Avila Beltrán salió de prisión el 07 de febrero del 2015, ahora con canas en el cabello y arrugas en su rostro. Para Sandra, el mundo de los capos y las drogas ha quedado arás. Vive en Guadalajara, México.
En 2016, se estrenó una nueva serie basada en esta mujer, llamada Queen of the South, que al 2018 cuenta con 3 temporadas, mientras que se espera el estreno de la segunda temporada de telenovela La Reina del Sur, la cual tiene como trama el secuestro de la hija de la la protagonista, Teresa Mendoza, tal como le sucedió a Sandra Avila. 
¿Teresa Mendoza tendrá un destino similar al de la verdadera Reina del Sur? Lo sabremos en la continuación de la novela “La Reina del Sur” y de la serie “Queen of the South”.

Pablo Escobar

(Pablo Emilio Escobar Gaviria; Rionegro, Antioquía, 1949 - Medellín, 1993) Narcotraficante colombiano. A la violencia endémica que la sociedad colombiana venía padeciendo con los enfrentamientos entre las diversas guerrillas revolucionarias y el ejército y los grupos paramilitares, hubo que sumar, desde la década de 1980, el espectacular auge de los cárteles del narcotráfico, organizaciones criminales centradas en el tráfico de drogas que amasaron desorbitadas fortunas y que, en su afán hegemónico, llegaron a desatar la guerra contra el mismo Estado. El jefe del Cártel de Medellín, Pablo Escobar, fue la figura icónica de este periodo.
Biografía
Hijo de un administrador de fincas y de una maestra rural, Pablo Escobar trabajó desde su niñez en diversos oficios, lavando coches o ayudando en los mercados; también fue criador de vacas, para pasar luego a matón a sueldo y ladrón de coches. Su carrera delictiva se inició con la compra de objetos robados y el contrabando a pequeña escala, hasta que se introdujo en el tráfico de marihuana y, finalmente, en el de cocaína.

Pablo Escobar
En 1974 emprendió la creación de un negocio de producción y distribución de cocaína que iría creciendo con el tiempo hasta convertirse en una vasta organización delictiva dedicada principalmente al tráfico de drogas: el Cártel de Medellín. Con Pablo Escobar como jefe, el grupo inició sus actividades hacia 1976, año en que Escobar fue detenido con diecinueve kilos de cocaína, aunque su caso fue sobreseído. La organización prosperó rápidamente y, a principios de los años 80, Pablo Escobar era ya dueño de una considerable fortuna.
Contra lo que cabría esperar de un capo dedicado a actividades ilícitas, Escobar rehusó permanecer en el anonimato, y, arrogándose el papel de hombre del pueblo, financió planes de desarrollo para los suburbios de Medellín: así, levantó un barrio para desheredados llamado Medellín sin Tugurios o el barrio de Pablo Escobar, un conjunto de 780 viviendas unifamiliares que construyó con destino a la gente necesitada. Ello le permitió obtener los votos que le convirtieron en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Medellín.
El narcotráfico, que en su afán de adquirir poder y capacidad de manipulación había en más de una ocasión aportado dinero para las campañas parlamentarias y presidenciales, intentaba ahora penetrar en el corazón de la sociedad colombiana involucrándose directamente en la política. Pablo Escobar había formado un grupo político llamado Civismo en Marcha, adscrito a la formación Nuevo Liberalismo, y en 1982 logró ser elegido diputado suplente del parlamentario antioqueño Jairo Ortega en el Congreso de la República. No fue el de Escobar un episodio aislado: otro reconocido narcotraficante, Carlos Lehder Rivas, había creado otro movimiento similar al de Escobar, el Movimiento Latino Nacional.
Pero la coalición Nuevo Liberalismo estaba liderada por un político honesto, Luis Carlos Galán, quien, al tener noticia de las actividades criminales de Escobar, denunciadas por el rotativo El Espectador, lo expulsó de su movimiento. Ello puso fin a la carrera política de Escobar, aunque todavía promovió una serie de campañas cívicas y obras sociales con ayuda de los sacerdotes Elías Loperas Cárdenas y Hernán Cuartas. En 1983 volvió la clandestinidad, y durante mucho tiempo lograría salir airoso del asedio periódico de las autoridades colombianas y de agencias internacionales como la Interpol y la DEA.

En su etapa como «benefactor» de Medellín
Desde ese momento Luis Carlos Galán se convirtió en el gran enemigo de los narcotraficantes, quienes iniciaron una incesante persecución contra él y contra su movimiento, bajo las instrucciones del propio Escobar y de Gonzalo Rodríguez Gacha. La clase política, que hasta entonces no había puesto reparo al usufructo de los dineros del narcotráfico, se sintió o fingió sentirse ofendida y amenazada ante el auge de Escobar y demás miembros de los cárteles de la droga. El gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) había iniciado en 1983 una reforma tributaria con la cual se quiso ofrecer una legislación que daba la posibilidad de incorporar los llamados dineros "calientes" a la economía del país; se había discutido entonces la posibilidad de legalizar la droga y sus principales protagonistas. Todo ello quedó puesto en entredicho.
La guerra de los extraditables
Pero quien más protestó ante una eventual incorporación de los narcotraficantes a la vida política del país fue Estados Unidos, principal consumidor de la droga que exportaba Escobar; el gobierno norteamericano comenzó a ejercer fuertes presiones en la política colombiana a través de la DEA (Administración para el Control de Drogas), oficina dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos dedicada a la persecución y control del narcotráfico.
El embajador norteamericano en Colombia, Lewis Tamb, fue el encargado de rechazar cualquier acercamiento con los narcos y pidió de manera formal su extradición como medida coercitiva, vinculando ya entonces al narcotráfico con la guerrilla. Se dio un gran debate a favor y en contra de la extradición; los narcos, en cabeza de Pablo Escobar, acuñaron una frase famosa: "Preferimos una tumba en Colombia a una celda en Estados Unidos".
El presidente Betancur y el procurador Carlos Jiménez Gómez se manifestaron en contra de la extradición de nacionales a Estados Unidos, pero un hecho vino a cambiar la situación: el 30 de abril de 1984 el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, partidario de la extradición y miembro del Nuevo Liberalismo, fue asesinado por la mafia. El gobierno Betancur declaró la guerra al narcotráfico, y muy especialmente al Cártel de Medellín, que desencadenó como respuesta una ola de asesinatos en la que caerían líderes populares y agrarios, diputados y senadores, periodistas y jueces, candidatos a la presidencia y muchos otros personajes de la vida nacional.

Pablo Escobar con su esposa, Victoria Henao, y sus hijos Juan Pablo y Manuela
Entretanto, al frente del Cártel de Medellín, Pablo Escobar había llegado prácticamente a monopolizar el tráfico de droga colombiano, controlando buena parte de las rutas marítimas que unen el país sudamericano con Estados Unidos. Su auténtico imperio empresarial basado en la cocaína lo había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo. La situación no mejoró bajo la presidencia de Virgilio Barco (1986-1990): seguía pesando la amenaza de extradición sobre Pablo Escobar y otros jefes mafiosos, que empezaron a ser llamados los extraditables y siguieron llenando de cadáveres el país, convirtiendo la acción criminal en un mecanismo de extorsión y presión contra el Estado.
El Cártel de Medellín sembró el pánico colocando coches bomba en las principales ciudades para obligar al gobierno a abolir la extradición de colombianos a Estados Unidos. Sus sicarios protagonizaron multitud de atentados y asesinatos, algunos de ellos masivos, que conmovieron a la opinión pública mundial. En 1989, en un atentado contra la sede del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), perdieron la vida alrededor de setenta personas. El director del incorruptible diario El Espectador, Guillermo Cano, fue asesinado en 1986. La misma suerte corrieron tres de los candidatos a los comicios presidenciales de 1990: el citado Luis Carlos Galán en 1989, y, un año después, Carlos Pizarro Leongómez, líder del M-19, y Bernardo Jaramillo Ossa, líder de la Unión Patriótica.
La Catedral
Finalmente, durante la presidencia de César Gaviria (1990-1994) se aprobó la Constitución de 1991, en la que quedaba prohibida la extradición de ciudadanos colombianos. La inclusión de esta norma, que molestó a los Estados Unidos, suponía una garantía de máximo nivel jurídico, y dio pie para que Pablo Escobar y otros miembros del Cártel de Medellín, como Jorge Luis Ochoa y sus hermanos, decidieran entregarse a la justicia colombiana.
En unas negociaciones previas, sin embargo, se habían acordado condiciones bastante favorables para Escobar: no ingresaría en una cárcel corriente junto a otros delincuentes, sino en una nueva que el propio Escobar construyó con su dinero en unos terrenos de su propiedad cerca de la ciudad de Envigado. Bautizada como La Catedral, esta "cárcel" dotada de todos los lujos imaginables no albergaba más reos que el propio Escobar y sus lugartenientes y colaboradores. Desde allí siguió manejando su lucrativa organización, bajo la protección de sus guardaespaldas en el interior y de los cuerpos de seguridad colombianos en el exterior.
Este escándalo generó una airada reacción en los Estados Unidos, y corrió el rumor de que comandos estadounidenses asaltarían La Catedral y se llevarían al capo. Aduciendo que la falta de seguridad y el influjo de los intereses norteamericanos ponía en peligro su vida, y que las garantías que le había ofrecido el gobierno eran insuficientes, Pablo Escobar decidió, después de trece meses de reclusión, abandonar la prisión, cosa que hizo sin demasiadas dificultades el 22 de julio de 1992. Volvió a la clandestinidad y la ola de secuestros, terrorismo y acciones extremistas se agudizó.
Pero esta nueva etapa también afectó a la familia del jefe del narcotráfico, ya que fue objeto de las acciones violentas del autodenominado grupo de Los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), que iniciaron una campaña de ataques contra las propiedades, familiares, abogados y asociados del delincuente. En esta oleada de atentados cayeron varios de sus hombres de confianza y la familia Escobar inició una diáspora en la que se intentó encontrar una nación que quisiera recibirles como refugiados políticos.
El gobierno de César Gaviria, mientras tanto, ofrecía jugosas recompensas por cualquier dato acerca de su paradero. Durante más de un año logró eludir su captura, hasta que finalmente el 2 de diciembre de 1993, cuando acababa de cumplir 44 años, fue abatido a tiros por quince policías del Bloque de Búsqueda (grupo especialmente constituido para su captura) en el tejado de su casa del barrio de América, en Medellín, tras ser localizado al hacer unas llamadas a su familia. Estaba casado con María Victoria Henao, que le había dado dos hijos: Juan Pablo y Manuela.

Fotograma de la serie Escobar, el patrón del mal (2009-2012)
Se cerraba así uno de los episodios más significativos de la historia colombiana de la segunda mitad del siglo XX. La caída de Pablo Escobar conllevó el desmantelamiento de toda su organización, pero fue aprovechada por el Cártel de Cali (más moderno, discreto e influyente en círculos políticos y financieros del país) para hacerse con el control del narcotráfico en Colombia. La infiltración en la política continuó: en los comicios presidenciales de junio de 1994, los dos candidatos, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, fueron acusados de haber recibido financiación del Cártel de Cali. Resultó elegido Ernesto Samper (1994-1998), quien, con ayuda estadounidense, dio un golpe definitivo al Cártel de Cali al lograr detener en 1995 a su máximo dirigente, Gilberto Rodríguez Orejuela.
Tal golpe no supuso, por supuesto, el fin del narcotráfico en Colombia, pero sí el de la época de los grandes cárteles: a partir de entonces, ninguna gran organización llegó a copar la mayor parte del mercado ni a desafiar abiertamente a las autoridades hasta el punto de desestabilizar el país. El negocio, según los expertos, se atomizó y especializó, y sus líderes de más peso, cuando los hubo, fueron menos poderosos y permanecieron en un discreto segundo plano. Este cambio contribuyó a convertir a Pablo Escobar en el singular emblema de un momento histórico único, y, junto a la natural fascinación humana por la libérrima épica del mal, explica la atracción que sigue despertando su figura, que ha sido desde entonces objeto de libros, documentales, películas y series de televisión.

Macabra historia del cadáver del Señor de los Cielos

Antes que se diera a conocer la muerte del afamado líder del narco, la familia Carrillo había trasladado en secreto el cadáver a Sinaloa
México.- Amado Carrillo, alias “el Señor de los Cielos”, fue en su tiempo el hombre más buscado por México y los Estados Unidos. Su muerte es todo un misterio y se ha rodeado de múltiples leyendas que aseguran el cadáver que se encontró en ese quirófano no era del líder del Cártel de Juárez, rumor que tomó más fuerza cuando se buscaron datos sobre su autopsia.
Carrillo era descrito como un amante de las cirugías estéticas, adicción que aseguran le quitó la vida en 1997 cuando intentaba cambiar su rostro y de este modo evitar ser blanco fácil para las autoridad
Su habilidad para mover droga a través de los aires fue lo que lo catapultó al éxito y lo colocó como el hombre más poderoso de México en aquel entonces.
El cadáver de Amado Carrillo
Su personalidad era muy controvertida, ya que para algunos era sanguinario y cruel, mientras para otros era amoroso y protector.
Su vida se ha convertido en una leyenda y ha dado vida a gran cantidad de libros, películas y famosas series.
Según El Gráfico, Andrés López López fue parte del Cartel de Norte del Valle de Colombia y esta experiencia fue su referencia para describir más a fondo la vida de Amado Carrillo en su libro “El Señor de los Cielos”:
El capo mexicano tenía 26 abiertas investigaciones en su contra en Estados Unidos y México, dos órdenes de aprehensión en EU y una en México.
La leyenda
El blog La Mafia Mexicana publicó que Carrillo Fuentes viajó constantemente durante 1997, entre sus destinos estaban Rusia, Chile y Cuba.
Fue a las 21:00 horas del 4 de julio de ese año cuando se dio a conocer que se preparaba en cuerpo y velorio del capo en su finca de El Guamuchilito en Navolato, Sinaloa.
Aseguran que el cuerpo sin vida salió a las 09:30 horas del mismo día en un vuelo hacia Culiacán, tras su muerte al realizar la intervención en el hospital Santa Mónica de la Ciudad de México.
Amado Carrillo amasó una inmensa fortuna. FOTO ilustrativa: Wikipedia
El blog informó que personal de la Funeraria García López, encargada de trasladar el cuerpo a Culiacán, reveló que el certificado de defunción estaba nombre de alguien más, Antonio Flores Montes.
Notimérica publicó en 2015 que el 3 de julio de ese año, en el nosocomio de Santa Mónica, ingresó un hombre de 42 años bajo el nombre de Antonio Flores Montes y que se decía oriundo del estado de Zacatecas. Investigaciones periodísticas aseguraron que sus direcciones eran falsas.
A Flores Montes se le realizó una liposucción y cirugía facial amplia ese día y 24 horas después fue declarado muerto de un ataque al miocardio según su acta de defunción del Registro Civil del Distrito Federal.
¿Murió el Señor de los Cielos?
Los habitantes de la capital sinaloense murmuraban ese 4 de julio, dudaban del fallecimiento del capo y aseguraban era una artimaña para escapar de las autoridades, mientras la PGR aseguraba la muerte de Amado Carrillo.
Aseguran que la anestesia causó su muerte. FOTO ilustrativa: Flickr
Animal Político dio a conocer que a 17 años de la supuesta muerte del Señor de los Cielos se solicitó información sobre la autopsia del capo a lo que dependencias como la PGR, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, a la Subprocuraduría de Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), respondieron con que no se localizó ningún registro sobre el hecho.
Versión oficial
El 3 de julio de 1997, Amado Carrillo Fuentes fue intervenido quirúrgicamente para cambiar a apariencia de su rostro y realizarse una liposucción. La causa de muerte oficial fue paro respiratorio causado por la anestesia aplicada.
Esta es la historia de Joaquín 'el Chapo' Guzmán, el narco recapturado en México
8 enero, 2016
(Video) Primeras imágenes de la recaptura de Joaquín 'El Chapo' Guzmán
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(Video) Primeras imágenes de la recaptura de Joaquín 'El Chapo' Guzmán

México
Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, prófugo legendario y el capo más poderoso y escurridizo de México, fue recapturado después de haber protagonizado su segunda fuga espectacular de una cárcel mexicana de máxima seguridad.
La nueva captura de Guzmán, de 58 años, es una victoria inesperada para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, después de la gran humillación que supuso su fuga de prisión en el 11 de julio de 2015, algo que el propio mandatario había dicho meses antes que sería imperdonable.
Capturas y fugas del Chapo Guzmán
Capturas y fugas del Chapo Guzmán
Guzmán, apodado "El Chapo" por su baja estatura, ha pasado más tiempo prófugo que en la cárcel. Distintos rumores le situaban por temporadas desde Argentina hasta Guatemala, pero siempre estuvo fuertemente ligado a su Sinaloa natal, donde fue recapturado el viernes.
Antes de su primera detención en Guatemala en junio de 1993, cuando fue condenado a 20 años de cárcel, Guzmán era un narcotraficante de poco peso. Sin embargo, su primera huida de un penal de máxima seguridad en 2001, supuestamente oculto en un carrito de lavandería, multiplicó su popularidad, su leyenda quedó consagrada cuando, 14 años después, se escapó de otra cárcel similar de forma todavía más espectacular: por un sofisticado túnel de 1,5 km de largo que conectaba la ducha de su celda con una casa de seguridad y que fue construido sin que nadie lo detectara.
En ese momento, julio de 2015, había pasado menos de año y medio en prisión y Guzmán, el hombre cuya captura había supuesto el mayor éxito del gobierno de Peña Nieto, se convertía en protagonista en su más estrepitosa humillación, máxime porque el ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional se había jactado de que nunca le pasaría lo mismo que a gobiernos anteriores y se mostró claramente en contra de aceptar una extradición a Estados Unidos, que lo requiere por numerosos delitos.
En ambas fugas quedó patente la complicidad de autoridades, pero nunca se llegó a atribuir responsabilidades al máximo nivel. Sin embargo, si la huida de 2001 alimentó durante años los rumores de que los gobiernos del Partido de Acción Nacional (2000-2006 y 2006-2012) quisieron beneficiar al cártel de Sinaloa mientras se enfocaban en derrotar al resto de grupos delincuenciales, con la segunda fuga se demostró que el capo mantenía intocable su poder y que México no había conseguido ganar la batalla a la corrupción y la impunidad.
En la primera década del siglo y ya prófugo, Guzmán pasó de ser un delincuente de bajo perfil, nacido de una familia pobre de las montañas de la Sierra Madre Occidental —epicentro de la producción de drogas durante décadas— a convertirse en el capo de las drogas más poderoso del planeta.
En esa época, el Cártel de Sinaloa se volvió más sangriento y poderoso, al controlar gran parte de las rentables rutas de tráfico de drogas a lo largo de la frontera con Estados Unidos e incluyendo ciudades estratégicas como Tijuana y Ciudad Juárez.
La lucha por el territorio contra otros cárteles causó baños de sangre en Tijuana e hizo de Juárez una de las ciudades más peligrosas del mundo en 2010. Por esas fechas, la mayor redada de la policía fue una carga de 134 toneladas de marihuana relacionada con la organización de "El Chapo" , además de un laboratorio gigante de metanfetaminas en el oeste de México y cientos de toneladas de precursores químicos incautados en México y en Guatemala.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) enero 8, 2016
Los tentáculos de su cártel, una verdadera multinacional de las drogas, se extendieron desde Argentina hasta Australia gracias a un sofisticado sistema de distribución internacional de cocaína y metanfetaminas y su participación en una veintena de delitos diferentes pero aunque estaba buscado por la policía de México, Estados Unidos y muchos otros países, siempre consiguió evadir la justicia.
Guzmán mantuvo el liderazgo del grupo pese a que su cabeza tenía precio —ofrecían una recompensa de $7 millones por su captura— y acumuló una fortuna superior a los $1.000 millones, de acuerdo con la revista Forbes, que lo incluyó desde 2009 en su lista de las "Personas más Poderosas del Mundo" , por delante de los presidentes de Francia y Venezuela.

(Video) Joaquín “El Chapo” Guzmán fue recapturado, anunció Peña Nieto

Un proceso federal estadounidense dado a conocer en San Diego en 1995 acusaba a Guzmán y 22 integrantes de su organización de asociación delictuosa para importar más de ocho toneladas de cocaína y de lavado de dinero. Ya entonces se emitió una orden provisional de arresto tras la formulación de los cargos, de acuerdo con el Departamento de Estado norteamericano.
Además, jurados de instrucción en por lo menos siete tribunales federales de distrito de Estados Unidos, entre ellos Chicago —quien lo nombró "Enemigo Público Número 1", Nueva York y Texas, tenían abiertos procesos contra Guzmán en 2014 por cargos que iban desde el contrabando de cocaína hasta la participación en organizaciones criminales dedicadas al asesinato y otros delitos graves.
La vida criminal de Guzmán comenzó en los años 80 el seno del cartel de Guadalajara, dirigido por el mexicano Miguel Angel Gallardo, y en el que ascendió rápidamente gracias a sus dotes como empresario inescrupuloso y hábil negociador que estableció contactos vitales con políticos y policías para asegurarse de que sus cargamentos circularan sin problemas.
— DEA News (@DEANEWS) enero 8, 2016
Cuando Gallardo fue arrestado en 1989, la organización se dividió y Guzmán asumió el control de las operaciones de Sinaloa.
Bajo su mando, el cártel se apoderó violentamente de rutas rentables de sus rivales y excavó túneles debajo de la frontera estadounidense para filtrar sus cargamentos.
En 1993, pistoleros vinculados al cartel de los Arellano Félix en Tijuana intentaron asesinar a Guzmán en el aeropuerto de Guadalajara, pero en cambio mataron al cardenal Juan Jesús Posada Ocampo, lo que supuso un gran escándalo para todos los mexicanos. La policía arrestó a "El Chapo" semanas después.
Protagonista de innumerables corridos —la música norteña tradicional mexicana que suele ensalzar las hazañas de narcos y criminales— se dice que "El Chapo" habría disfrutado de la protección de todo tipo de personas, desde humildes pobladores en los escarpados cerros de Sinaloa a las más altas autoridades, pasando por un sinfín de empresarios y políticos.
El Chapo se fugó la noche del 11 de julio a través de un túnel de 1,5 km que atravesó en una motocicleta adaptada para rieles.
Su leyenda superó la del colombiano Pablo Escobar, que fue acribillado por la policía en 1993 después de sembrar el terror en su país durante una década, y estaba alimentada por constantes rumores como el que contaba que cuando llegaba a un restaurante se confiscaban los celulares de todos los comensales para que el capo pudiera almorzar sin temor a una emboscada.
Más de 100.000 personas han muerto en México debido a la guerra contra las drogas desde que el ex presidente Felipe Calderón desplegó a miles de soldados en los lugares más " calientes " en diciembre de 2006. Muchos dicen que durante su presidencia la guerra contra los cárteles y el arresto de capos en realidad alimentó el crecimiento de Sinaloa y su principal rival, Los Zetas.
La estrategia de su sucesor, teóricamente más discreta, pero que mantuvo a las fuerzas armadas en las calles, no ha conllevado una disminución de la violencia sino solo la fragmentación de las grandes organizaciones criminales en grupos delincuenciales más pequeños pero igual de peligrosos que siguen luchando entre sí y regando muchas zonas de México de cadáveres, desaparecidos o fosas clandestinas.
Aunque su nueva captura tiene importancia simbólica, muchos, incluidos sus principales socios en el cártel, como Ismael " El Mayo " Zambada, sostienen que eso no pondrá fin a la violencia ni el flujo de drogas a Estados Unidos vía México.
"En lo que respecta a los capos, encarcelados, muertos o extraditados, sus reemplazos están listos", dijo Zambada en una entrevista publicada en la revista Proceso en abril del 2010.